La segunda mesa redonda del evento, titulada “Desafíos futuros para los fabricantes de equipos originales (OEM)”, moderada por Isaac Pérez, Director de Expansión de Fidamc, reunió a tres voces clave del sector: Susana Carballo (VP Aerostructures, Airbus), Carlos Bello (Senior Engineer, Boeing) y José Francisco Beltrán París (Engineering Associate Director of Externals & EBU, ITP Aero).
El debate arrancó con una reflexión compartida: la industria aeronáutica vive un momento de transformación acelerada, impulsada por la alta demanda, la presión por tener en cuenta la sostenibilidad y la irrupción de tecnologías disruptivas. “Estamos en la cuarta revolución de la aviación, y somos afortunados de formar parte de ella”, apuntó Carballo.
Desde la perspectiva de Airbus, Carballo destacó dos grandes desafíos: el incremento de las tasas de producción y la sostenibilidad. La ejecutiva recordó que la demanda global exigirá “producir más de 43.000 aviones en los próximos años”, un objetivo que obliga a “aumentar dramáticamente las tasas actuales”. A la vez, subrayó la urgencia de reducir el impacto ambiental: “2050 está muy cerca, y debemos mejorar la sostenibilidad de los materiales, la producción y la operación de los aviones”.
Por su parte, Carlos Bello coincidió con Carballo en los retos de sostenibilidad y eficiencia, señalando que Boeing trabaja en varios frentes: “Necesitamos optimizar nuestras líneas de producción y buscar maneras más eficientes de fabricar piezas y aviones”. Además, destacó el papel de los combustibles sostenibles (SAF), en los que Boeing “lleva trabajando desde el inicio del siglo, con el objetivo común de alcanzar las emisiones netas cero en 2050”.
El ingeniero también apuntó a la ciberseguridad como un reto emergente en el ámbito de la defensa y a la certificación de nuevas formas de movilidad aérea, como los vehículos eléctricos urbanos, que “necesitan superar la barrera de entrada al mercado y generar confianza en el público”.
Desde el punto de vista de los motores, José Francisco Beltrán remarcó que la sostenibilidad implica una profunda transformación tecnológica. “Somos los principales contribuyentes a las emisiones, y por tanto debemos liderar la búsqueda de soluciones”, afirmó. Entre ellas mencionó el hidrógeno, la propulsión híbrida y la eléctrica, tecnologías que aún deben consolidarse bajo nuevas reglas de certificación que garanticen la seguridad aérea.
En la parte final del debate, los tres expertos coincidieron en el potencial de los materiales termoplásticos como herramienta para responder a los grandes desafíos del sector. Carballo destacó su “ventaja en sostenibilidad y reciclabilidad”, mientras Bello subrayó su papel en la eficiencia: “Los termoplásticos pueden procesarse en minutos en lugar de horas, y son reformables y reciclables”. Beltrán añadió que, en motores, aportan beneficios “en peso, aerodinámica y reparabilidad”, claves para la eficiencia y la reducción de costes.
El panel concluyó con una visión compartida: el futuro del sector dependerá de combinar innovación en materiales, procesos más sostenibles y un enfoque colaborativo entre OEM y proveedores. Como resumió Pérez, “los desafíos son enormes, pero también las oportunidades para reinventar la industria aeroespacial”.

